Es un retraso en la adquisición del lenguaje en niños que no tienen pérdida de audición ni ninguna otra causa de retraso en su desarrollo. Se observa desde los 18 meses hasta los 3 años y medio o 4 años.
Tratamiento: siguiendo la etapas evolutivas del desarrollo normal se le estimulará el lenguaje, dotaremos a los órganos buco-fonotorios (implicados en el habla) de tensión y fuerza con el propósito de que el niño sea capaz de producir todos los fonemas, trabajando previamente su discriminación auditiva, aumentaremos su vocabulario, mejorando los niveles de comprensión, es importante trabajar la iniciativa lingüística, ofreciéndole técnicas para expresar ideas…